Icono del sitio Cantá Lírico

Los desafíos de aprender a cantar – Parte 1

Por Mariano Pulgar

Todos los que cantamos, nos vemos expuestos a una serie de obstáculos permanentemente en nuestra vida cotidiana y en el proceso de aprendizaje de canto.

Aprender a cantar no es una tarea sencilla. Iré abordando cada uno de los puntos que desde mi experiencia personal han ido apareciendo y que debí superar (y que deberé superar en el futuro).

Tomando en cuenta la cantidad de desafíos que enfrentamos, decidí dividir este artículo en varias entregas para que su lectura sea más llevadera y para evitar asustarlos 😉

Desafío #1: El tiempo para tomar clases

Parece obvio, pero encontrar un momento para tomar clases puede no ser tarea sencilla cuando además de cantar, estudiamos y tenemos un trabajo “común y corriente”. En general los trabajos son de 9 a 18 y si estudiamos en la universidad ó el colegio secundario, los horarios están medios a contramano con los de nuestro maestro/a de canto.

Si vamos a clases de canto a la mañana, la voz aún no despertó y si vamos muy tarde, la voz ya se quiere ir a dormir. Es indispensable coordinar horarios con nuestro maestro/a de canto para buscar el horario “lo más intermedio posible”, de todas maneras esto es un tema algo subjetivo. No todos tenemos problemas para “activar la voz” temprano ó tampoco la sentimos cansada por la tarde, pero es algo en lo que deberíamos prestar atención haciendo una labor de “autoconocimiento” para saber cuándo nuestra voz rinde más y tratar de tomar clases en ese horario.

Desafío #2: El tiempo y el lugar para estudiar

Tomar clases no es suficiente si no ocupamos algún tiempo practicando “en casa”. Encontrar un momento para cantar sin molestar puede ser un desafío, más aún cuando estamos más avanzados ó tenemos una voz “potente”, ensayar puede generar cierta incomodidad con nuestra familia, compañeros de vivienda ó vecinos. Lo mejor que podemos hacer es acustizar ligeramente una habitación con placas fonoabsorbentes de manera tal que se nos escuche pero no se convierta en algo incómodo para los demás.

Desafío #3: Tolerancia a la frustración

Una vez mi maestro de canto me explicó que enseñar canto es como guiar a una persona que no puede ver a que camine entre obstáculos pero separados milimétricamente. Como componente agregado si quisiéramos guiar a una persona que no puede ver sólo dándole instrucciones verbales sería un proceso realmente complicado. Imagínense el escenario. Avanzá un tercio de paso para adelante con la pierna derecha y sólo un cuarto de paso con la pierna izquierda. Girá levemente el torso hacia la izquierda. No! es mucho, un poquito menos. Te pasaste, ahora tenés que retroceder un poquito y así sucesivamente.

Este desafío tiene dos partes. Por un lado está la inconmensurable paciencia del docente ó maestro que tiene que repetir ó pedirnos volver atrás una y otra vez. Por el otro lado está el alumno, que quiere “llegar a destino” pero no puede como le gustaría, con lo cual esto requiere desarrollar una extrema tolerancia a la frustración.

Cómo desarrollamos tolerancia a la frustración? Primero, comprendiendo que el proceso es común a todos los que aprendemos canto, con lo cual, esto nos quita el peso de pensar que nosotros tenemos un problema ó somos “incapaces”, sino que es un desafío común con el que todos debemos lidiar. Bienvenido al mundo del aprendizaje del canto!

También está la capacidad de predecir, que nos permitirá saber cómo nos comportaremos ante determinada situación. Por ejemplo, podemos probar realizar ejercicios de relajación cuando llegamos a una parte de la clase, canción ó aria que nos genera mucha tensión en lugar de frustarnos porque eso está pasando. Pasó, pasa y pasará muy posiblemente en otra clase, canción o aria nueva.

En las próximas partes de “Los desafíos de aprender a cantar” abordaremos más desafíos! Los invito a comentar y dejar sus experiencias en los comentarios.

Salir de la versión móvil